martes

Chistes de Lepe

Ataque al corazón

Un lepero llegó a su casa inesperadamente y encontró a su mujer en la cama, completamente desnuda, nerviosa, jadeante y sudorosa.

-Cariño, ¿qué te pasa?

-¡Tengo un ataque al corazón! -respondió ella, con voz entrecortada-.

-Tranquilízate, mi amor, que voy a llamar inmediatamente a un médico.

Al salir de la habitación tropezó con su hijito de dos años, que lo miró y balbuceó:

-¡Coco... papá! ¡Coco... armario!

El lepero regresó al dormitorio, abrió el armario y se encontró a su mejor amigo, totalmente desnudo, y le dijo:

-¡Qué hijo de puta eres! ¡Mi señora está sufriendo un ataque al corazón y tú aquí, cabrón, asustando al niño!



Profesor lepero



Llegó un profesor lepero a pedir trabajo en un colegio privado. El director del colegio, que necesitaba personal urgentemente, decidió hacerle unas preguntas para comprobar si poseía el nivel requerido.

-Buenas tardes, profesor -saludó el director-.

-Buenas -contestó el lepero-.

-Si no le importa, le voy a hacer unas preguntas rápidas para evaluar sus conocimientos.

-Por supuesto, ¡pregúnteme!

-Bien. Explíqueme brevemente qué son los rayos catódicos.

El lepero pensó unos segundos antes de responder:

-Los rayos catódicos son Isabel y Fernando.

El director quedó estupefacto. Al cabo de unos segundos preguntó:

-Entonces, si Isabel y Fernando son los "rayos catódicos", ¿quiénes son los reyes católicos?

El profesor, rápidamente, contestó:

-¡Pues Melchor, Gaspar y Baltasar!

-¡Ah...!

El director apenas podía contener la risa, pero para finalizar la entrevista le hizo una pregunta más:

-¿Y, si Melchor, Gaspar y Baltasar son los "reyes católicos", quiénes son los reyes magos?

El profesor, un poco extrañado por la pregunta, le dijo:

-¿En serio no sabe quiénes son los reyes magos?

El director negó con la cabeza. El lepero, acercándose al director y en un tono de voz muy bajo, respondió:

-¡Los reyes magos son los papás...!




¡Aprovecha ahora, cariño!


Paco el lepero estaba en el salón de la casa de los padres de su novia, viendo la televisión con toda la familia. De pronto se cortó la luz y quedaron a oscuras, y la novia le susurró a Paco al oído:

-¡Aprovecha ahora, cariño...!

Paco salió corriendo, llevándose el televisor bajo el brazo.




Curva peligrosa

Un lepero conducía por un camino secundario cuando vio un cartel que ponía: "Curva peligrosa a la izquierda". Sin dudar un segundo, giró a la derecha.



Tomando medidas

Dos leperos estaban intentando medir un poste. Uno lo sostenía y otro, encaramado a una escalera con el metro en la mano, trataba de alcanzar la punta. Un curios que pasaba por allí les dijo:

-Disculpen, ¿por qué no tienden el poste en el suelo para medirlo más comodamente?

Los leperos, cruzando una mirada de complicidad entre ellos, respondieron:

-¡Hombre, es que queremos medir la altura del poste, no la anchura!



Lepero ofendido

Va un lepero en tren y el compañero de al lado le pregunta:

-¿De dónde es usted?

-Yo soy de Lepe.

-¡Vaya mierda de pueblo, vaya mierda de gente y vaya mierda de chistes que tenéis!

Al oír esto, al lepero se le cruzan los cables y le pregunta:

-¿Y de dónde es usted?

-Yo soy de Leganés.

Y el lepero contesta:

-¡Vaya mierda de lago y vaya mierda de monstruo!



Dos de leperos

Dos leperos alquilaron una barca y se fueron de pesca. Cuando llevaban un rato remando llegaron a un sitio con muchos peces, tiraron las cañas y al poco rato empezaron a picar.

-¡Qué buen sitio hemos cogido! Vamos a hacer una cruz de tiza en el fondo de la barca, para que así mañana podamos dar otra vez con este sitio. ¿Qué te parece?

-¡Pero mira que eres tonto! Con razón los de Lepe tenemos esa fama y todo el mundo nos saca chistes... ¿Pero tú qué te crees? ¿Que mañana nos van a dar la misma barca?



El niño lepero le pregunta a su padre:

-Papá, ¿puedo salir a mirar el eclipse?

-Está bien, hijo, pero no te acerques demasiado...



Obama y los leperos

El flamante presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, Barack Obama, ha oído hablar tanto de los leperos que su primera decisión es invitar a un grupo de éstos a que visiten los Estados Unidos. Manda su propio avión a recogerlos y prepara un gran recibimiento en el hangar presidencial, con banda, alfombra roja y pancartas dando la bienvenida a los leperos. Al llegar el avión, la banda empieza a tocar, los coros a cantar, se abre la puerta del avión, se asoma la azafata... pero nadie baja del avión. El presidente, desconcertado, manda a su secretario a investigar.

-Señor, los leperos no quieren bajar porque tienen miedo de Well.

El presidente no entiende nada y le dice:

-¿Y quién es Well?

Regresa el secretario y le dice al lepero:

-Pregunta el presidente quién es Well.

Y el lepero le dice:

-Pues no sé, pero allí, en esa pancarta, dice: "Well come leperos".



Cultura general


-La verdad, yo no sé por qué los de Lepe tenemos la fama que tenemos, siendo un pueblo culto e instruido.

-Mira, voy a intentar explicártelo. ¿Te puede hacer una pregunta?

-Adelante.

-Dime el nombre de un importante general francés que montaba en un corcel blanco.

-¡Hummmm...! Lo tengo en la punta de la lengua. ¿Me puedes dar una pista?

-¿Cómo no? Este general dominó casi toda Europa y, cuando conquistó España, puso a su hermano como rey. Además, siempre llevaba la mano metida dentro de la chaquetilla de su uniforme militar.

-De verdad que lo tengo en la punta de la lengua, pero mejor si me das otra pista, no vaya a decir una burrada.

-Está bien, te daré la última pista, pero antes podrías ir al frigorífico y traer una botella de "Napoleón", que nos tomaremos una copa para ver si así recobras la memoria.

El lepero va corriendo al frigorífico y regresa con una sonrisa de oreja a oreja.

-¡Menuda pista me has dado! ¿Cómo me pude olvidar del famoso General Electric?



El embarazo de la lepera

La mujer de un lepero le dice al marido:

-Fíjate, Pepe, que tengo un retraso de un mes. Creo que vamos a tener un bebé. El doctor me dijo que mañana estarán listos los análisis y entonces lo sabremos con toda seguridad.

En eso suena el teléfono: es una llamada de la oficina de cobros de la compañía eléctrica. La señora contesta, y le dicen:

-Somos de la compañía eléctirca y queremos comunicarle que en nuestros archivos aparece que usted tiene un mes de atraso.

La señora se sorprende y pregunta:

-¿Pero cómo pueden saberlo ustedes?

-Porque nuestros ordenadores llevan el registro de todos los atrasos.

La señora, turbada, le pasa el teléfono al marido y le dice:

-Oye, Pepe, son los de la compañía eléctrica y no sé cómo coño saben que tengo un mes de atraso.

El marido, extrañado, toma el teléfono y les pregunta:

-¿Es verdad que saben lo del mes de atraso?

-En efecto -le responden-, y les estamos avisando que deben realizar inmediatamente el pago correspondiente al atraso.

-¿Pero qué coño...? ¿Un pago? ¿De veras...? ¿Y qué pasa si no quiero pagar?

-Pues entonces nuestro personal tendría que ir para allá y se la tendríamos que cortar.

-¡Qué cabrones! ¿Y qué iba a hacer entonces mi pobre mujer?

-Pues realmente no lo sé. Probablemente tendría que utilizar una vela.

-¡Su puta madre! ¡Entonces no, en ese caso voy a pagar, cabrones!

No hay comentarios:

Publicar un comentario