Estaba San Pedro recibiendo nuevas almas en el paraíso:
-Ven, hijo, ¿de dónde eres?
-Ecuatoriano, San Pedrito.
-Pasa, hijo, al paraíso -dijo San Pedro-.
Llegó el siguiente:
-Ven, hijo, ¿de dónde eres?
-Chileno, San Pedrito.
-Pasa, hijo, al paraíso.
Llegó otro más:
-Ven, hijo, ¿de dónde eres?
-¡Che! ¿De donde pensás que puedo ser? ¡De la Argentina, por supuesto!
San Pedro se quedó pensativo y dijo:
-Pasa, hijo... ¡Ojalá te guste...!
No hay dolor
En un campamento mixto de maniobras de la OTAN estaban un general americano, otro frances y otro español. El americano, para impresionar, cogió la bayoneta de un soldado americano y se la clavó en el pie.
-¿Sientes algún dolor? -le preguntó al soldado-.
Con lágrimas en los ojos, respondió el americano:
-¡Negativo, señor! ¡Porque yo soy un marine de los Estados Unidos, señor!
El general ruso, no queriendo quedarse atrás, se acercó a un soldado ruso, cogió su bayoneta, se la clavó en el pie tres veces y preguntó:
-Soldado, ¿sientes algún dolor?
El soldado le respondió apretando, los dientes:
-¡Niet, mi general! ¡Porque yo soy gran soldado ruso, mi general!
Le tocó el turno al general español, que se acercó a un soldado, le cogió la bayoneta, se la clavó en el pie diez veces, la retorció con saña y después preguntó:
-¿Qué, soldado? ¿Notas algún dolor?
El soldado, erguido y sonriente, saludó y respondió con aire marcial y orgulloso:
-¡No, señor!
El general español, tremendamente impresionado, preguntó:
-¿Por qué?
-¡Porque calzo un 38 y me han dado botas del 45, señor!
Letreros en Cuba
Letreros en el Parque Zoológico de La Habana:
Antes de 1960: "POR FAVOR, NO DAR COMIDA A LOS ANIMALES".
Entre 1960 y 1989: "POR FAVOR, NO QUITAR LA COMIDA A LOS ANIMALES".
Después de 1990: "POR FAVOR, NO COMERSE A LOS ANIMALES".
Adán y Eva en el Paraíso
Un Alemán, un francés, un inglés y un mexicano hacían comentarios sobre un cuadro de Adán y Eva en el Paraíso. El alemán dijo:
-Miren que perfección de cuerpos: ella esbelta y espigada, él con ese cuerpo atlético, los músculos perfilados. Deben de ser alemanes.
Inmediatamente, el francés reaccionó:
-No lo creo. Es claro el erotismo que se desprende de ambas figuras, ella tan femenina, él tan masculino. Saben que pronto llegará la tentación. Deben de ser franceses.
Moviendo negativamente la cabeza, el ingles comentó:
-Para nada. Noten la serenidad de sus rostros, la delicadeza de la pose, la sobriedad del gesto. Sólo pueden ser ingleses.
Después de unos segundos más de contemplación, el mexicano exclamó:
-No estoy de acuerdo. Miren bien: no tienen ropa, no tienen zapatos, no tienen casa, sólo tienen una triste manzana para comer, no protestan y todavía creen los muy pendejos que están en el Paraíso. ¡Esos güeyes a huevo que son mexicanos!
-Miren que perfección de cuerpos: ella esbelta y espigada, él con ese cuerpo atlético, los músculos perfilados. Deben de ser alemanes.
Inmediatamente, el francés reaccionó:
-No lo creo. Es claro el erotismo que se desprende de ambas figuras, ella tan femenina, él tan masculino. Saben que pronto llegará la tentación. Deben de ser franceses.
Moviendo negativamente la cabeza, el ingles comentó:
-Para nada. Noten la serenidad de sus rostros, la delicadeza de la pose, la sobriedad del gesto. Sólo pueden ser ingleses.
Después de unos segundos más de contemplación, el mexicano exclamó:
-No estoy de acuerdo. Miren bien: no tienen ropa, no tienen zapatos, no tienen casa, sólo tienen una triste manzana para comer, no protestan y todavía creen los muy pendejos que están en el Paraíso. ¡Esos güeyes a huevo que son mexicanos!
El reto
El presidente de Rusia le dijo al de Camerún en el último día de su visita:
-Bueno, señor presidente, no te vamos a dejar ir de nuestro país sin antes pasar por nuestra famosa ruleta rusa.
El presidente de Camerún, conservando la compostura, no dijo nada. Lo llevaron a una habitación y tuvo que colocarse en la cabeza una pistola con una sola bala, giró el tambor y disparó, pero no pasó nada. Un año después, el presidente de Rusia fue a Camerún de visita y, en el último día de su estancia, el presidente de Camerún le dijo:
-Mi buen amigo, no podrás irte sin antes probar nuestra famosa ruleta africana.
El presidente ruso, extrañado, no dijo nada. Lo llevaron a una carpa y vio a seis mujeres completamente desnudas. El presidente africano le dijo:
-Escoge una de ellas, la que quieras te hará sexo oral.
El presidente ruso, muerto de la risa, replicó:
-¿Pero esto qué es? ¿Cuál es el peligro?
El presidente de África le dio una palmada en la espalda y le dijo:
-Lo que pasa es que una de ellas es caníbal.
-Bueno, señor presidente, no te vamos a dejar ir de nuestro país sin antes pasar por nuestra famosa ruleta rusa.
El presidente de Camerún, conservando la compostura, no dijo nada. Lo llevaron a una habitación y tuvo que colocarse en la cabeza una pistola con una sola bala, giró el tambor y disparó, pero no pasó nada. Un año después, el presidente de Rusia fue a Camerún de visita y, en el último día de su estancia, el presidente de Camerún le dijo:
-Mi buen amigo, no podrás irte sin antes probar nuestra famosa ruleta africana.
El presidente ruso, extrañado, no dijo nada. Lo llevaron a una carpa y vio a seis mujeres completamente desnudas. El presidente africano le dijo:
-Escoge una de ellas, la que quieras te hará sexo oral.
El presidente ruso, muerto de la risa, replicó:
-¿Pero esto qué es? ¿Cuál es el peligro?
El presidente de África le dio una palmada en la espalda y le dijo:
-Lo que pasa es que una de ellas es caníbal.
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