miércoles

Chistes de Parejas (2)

Secretaria nueva

La mujer del director de la fábrica se enteró de que su marido contrató a una nueva secretaria. Esa misma noche, en cuanto su esposo regresó a casa ella lo interrogó sin perder tiempo:

-¿Son bonitas las piernas de tu nueva secretaria?

-No me he fijado.

-¿Y de qué color son sus ojos?

-Ni siquiera he podido verlos.

-¿Y su cabello?

-Yo no le pongo atención a esas cosas.

-¿Y cómo se viste?

-Muy rápidamente.

-...

-¡Mierda!



Sandalias pakistaníes

Una pareja de recién casados va a pasar su luna de miel a Pakistán. Allí, mientras pasean por el mercado, oyen a un vendedor de sandalias que parece escapado de "Las mil y una noches":

-Vengan, baisanos, vengan a mi humilde diendita, que allí bodrán combrar algo fabuloso -los incita-.

El joven matrimonio entra y allí el vendedor les muestra un par de sandalias a las que les atribuye poder mágico.

-Con ellas, bodrán hacer el amor salvajemente, como gamellos enfurecidos -les dice-.

La mujer se tienta por el comentario del vendedor, pero el hombre, atlético y viril, dice que no las necesita.

-Bruébalas, baisano, no te arrebentirás -insiste el vendedor-.

Como su mujer está cada vez más interesada, el hombre termina por acceder. Y, de repente, apenas se las ha puesto, una mirada feroz se dibuja en su rostro; unas ansias incontenibles, ¡una furia que su esposa jamás había visto! Veloz como una fiera en celo, el joven marido agarra al vendedor paquistaní por las nalgas, le baja los pantalones y se arroja sobre él para violarlo.

-¡Bará, bará, bará, gabrón! -con lágrimas en los ojos grita desesperado el vendedor-. ¡Te las busiste al revés, hijo de buta, te las busiste al revés!



Sexo y mentiras

Cada vez que tenían sexo el marido insistía en que fuera a oscuras, con las luces apagadas y las ventanas cerradas. Después de veinte años juntos, a la mujer se le hacía cada vez más ridículo, así que preparó un plan para quitarle esa manía al marido. Una noche de sexo salvaje, en medio de gritos y romanticismo carnal, ella encendió las luces repentinamente. ¡Cuál sería su sorpresa al mirar hacia abajo y ver que su marido tenía un consolador más grande que un pene de verdad y, por si fuera poco, el propio órgano lo tenía completamente caído. Se volvió loca, se puso histérica; los que habían sido gritos de placer se tornaron en insultos:

-¡Hijo de puta! ¡Cabrón! ¡Impotente! ¿Cómo pudiste tenerme engañada todos estos años? ¡Desgraciado! ¡Más vale que empieces a darme una buena explicacion!

El esposo, sin inmutarse, con mucha calma, la mira fijamente a los ojos y le responde:

-Yo te explico lo del juguete... y tú me explicas lo de los niños.



Eutanasia

Anoche mi esposa y yo estábamos sentados en la sala, hablando de las muchas cosas de la vida. Estábamos hablando sobre la eutanasia, de si era preferible vivir o morir en según qué estado. Le dije:

-Nunca me dejes vivir en estado vegetativo, dependiendo de una máquina y los líquidos de una botella. Si alguna vez me ves en ese estado, por favor, desenchufa los artefactos que me mantienen vivo.

La hija de puta se levantó, desenchufó la televisión y me tiró la cerveza.



¿Quién lava los platos?

Cierto joven soñaba con tener una Harley Davidson, así que decide ahorrar lo suficiente y va a un comercio especializado a comprar su moto. El vendedor le advierte que si la deja afuera mientras llueve puede oxidarse. Así que le recomienda que siempre tenga un frasco de vaselina a mano para untarle a la moto.

Meses después, el joven se enamora de una chica que lo invita a casa de sus padres. Cuando el joven llega en su moto, antes de entrar, ella le advierte:

-En mi familia hay una vieja tradición, y es que, después de la cena, al primero que hable le toca lavar los platos.

Después de una deliciosa cena el joven se fija en la inmensa montaña de platos sin lavar, mientras todos se sientan en silencio, esperando al primero que hable, pues nadie quiere lavar. Pasan treinta largos minutos y el joven, para acelerar un poco las cosas, toma a su novia y la besa enfrente de todos. Nadie dice ni una palabra. Entonces, decide tomar medidas extremas: toma a su novia, la pone sobre la mesa y tiene sexo con ella. Nadie dice una palabra. Ahora el hombre está desesperado, así que toma a la suegra y tiene sexo con ella aún mas salvaje que con la novia. Pero nadie dice ni una palabra. El joven está a punto de reventar y no sabe qué hacer cuando, de repente, en la distancia se oyen unos truenos. Su primer pensamiento es proteger la Harley Davidson, así que saca de su bolsillo la vaselina y, de repente, el suegro grita:

-¡Está bien, hijo de puta! Ya los lavo yo...



Cuestión de precios

Una pareja está de vacaciones en Río de Janeiro, hospedados en el Sheraton. Están en el bar tomando una bebida cuando pasa una mujer exhuberante, fantástica, encantadora. La esposa se dirige al marido y le dice:

-¡Qué mujer tan linda! ¿Será una artista?

El marido responde:

-¡Qué va! ¿No ves que es una prostituta de lujo?

La esposa no se conforma y dice:

-No es posible que una mujer con ese aspecto sea una prostituta.

-¿Quieres comprobarlo? Yo voy allá a hablar con ella, tú quédate cerca y escucha la conversación.

El marido se aproxima a la chica en el bar y pregunta si le puede invitar a una copa, y ella acepta. Él inicia la conversación preguntando a qué se dedica ella, y la chica responde que es modelo, pero está disponible, si él no tiene nada que hacer ella haría lo que él quisiese. Él pregunta cúanto costaría el programa y ella responde que 500 dólares. El marido pide un descuento y pregunta qué estaría dispuesta a hacer ella por 100 dólares. Ella responde que por ese precio no hace nada, que 100 dólares es lo que ella paga en su salón de belleza diariamente por el maquillaje. Entonces, el marido se despide y se retira.

Al día siguiente, la pareja está bajando para el desayuno cuando el ascensor para en un piso y la chica exhuberante entra. Ella reconoce al marido, mira a la esposa de arriba para abajo, y le dice a él:

-¿Ves lo que consigues por 100 dólares?



Noche de bodas

Primera noche de una pareja de recién casados. Cuando se van a la cama, ella le dice al marido:

-¿Sabes, gordo? No te lo había dicho, pero yo no sé hacer nada de nada.

El marido le responde:

-No te preocupes, mi amor, tú te desnudas, te tumbas sobre la cama, abres las piernas y yo haré el resto.

Ella le contesta:

-No, mi cielo. Follar sí que sé. Lo que no sé es lavar, planchar, cocinar...



Mal tiempo

Hoy me levanté temprano, me puse los pantalones, me vestí lentamente, hice café, cogí mis palos de golf, me fui silenciosamente al garaje, puse los palos en el coche y procedí a sacar el auto del garaje bajo una lluvia torrencial. Estaba toda la calle inundada y el viento helado soplaba a 100 kilómetros por hora. Volví a meter el coche en el garaje, puse la radio y me enteré de que el mal tiempo iba a durar todo el día. ¡Qué decepción!

Entré de nuevo en mi casa, me desvestí silenciosamente y me deslicé dentro de la cama. Despacito me acomodé contra la espalda de mi mujer, le puse la mano en la nalga y le susurré al oído:

-El tiempo afuera está horrible.

Ella me contestó medio dormida:

-Ya lo sé. ¿Puedes creer que el huevón de mi marido se fue a jugar al golf?



Asesino a sueldo

El hombre se dispone a contratar a un asesino para eliminar a su esposa. Cuando le explica el asunto, le dice el asesino:

-Eso no es problema, pero le costará diez billetes de los grandes.

-Muy bien, pero me gustaría saber cómo va hacerlo.

-Emplearé un solo tiro, debajo de su pezón izquierdo.

-La quiero muerta. Con su plan sólo le lesionaría la rodilla.



Siempre has estado conmigo

Un hombre llevaba en coma dos meses y, de pronto, se despierta y ve a su esposa, que había estado todo el tiempo junto a su cama. El hombre le dice a su mujer:

-¿Sabes, amor? Tú siempre has estado conmigo, en las buenas y en las malas. Cuando perdí mi trabajo, ahí estabas conmigo. Cuando perdí todas mis casas y mis negocios, también estabas conmigo. Cuando me dieron un balazo, también ahí estabas tú...

El hombre hace una pausa, se acerca a su mujer y le dice en el oído:

-¿Sabes qué? ¡Maldita bruja, tú me traes mala suerte!



La mejicana y el torero


Una joven mejicana viaja a España y, para obtener la ciudadanía, acepta casarse en Madrid con Manolo, un torero. Manolo está muy enamorado de la bella mejicana, pero es muy conservador, y en la noche de bodas se decepciona profundamente cuando comprueba que la muchacha no es virgen. Muy enojado le dice:

-¿Por qué no me dijiste que no eras virgen?

A lo cual ella le reprocha:

-¿Por qué no me dijiste tú que tenías un sólo testículo?

El torero, indignado, le responde:

-¡Mujer, mira que lo mío fue una cogida!

-¿Y qué crees que fue lo mío, wey? ¿Una pedrada?



Recién casados

Una pareja que tan sólo llevaba dos semanas de casados sostiene el siguiente diálogo:

-Ahora vengo, mi vida.

-¿Adónde vas, cariño?

-Al bar, mi cielito, a tomarme una cervecita.

La mujer se lleva la mano a la cintura y le dice:

-¿Quieres una cervecita, mi amorcito?

Y en eso abre la puerta del frigorífico y le enseña 25 marcas de cerveza de 12 países diferentes: mexicanas, alemanas, holandesas, japonesas,... El marido no sabe qué hacer y se le ocurre decirle:

-¡Ay, mi pichurri, pero en el bar, tú sabes, la jarra helada...!

No terminaba de decir esto, cuando la esposa interrumpe diciéndole:

-¿Quieres jarra helada, mi amorcito?

Saca del congelador una jarra helada, congelada, blanca, tan blanca que hasta temblaba de frío. El marido, apenado, dice:

-Sí, churri mía, pero en el bar sirven unas tapitas riquísimas, vuelvo enseguida, ¿vale?

-¿Quieres tapitas, mi amorcito?

Abre el horno y el frigorífico y saca quince platos diferentes de tapas: aceitunas, chopitos, patatas bravas, alioli, cacahuetes, palomitas, quesos, paté, caviar, carnes frías,...

-Pero caramelito, en el bar, tú sabes, las maldiciones, las palabrotas y todo aquello...

-¿Quieres palabrotas, mi amorcito? Entonces, ¡te tomas la puta cerveza en la jodida jarra helada y te comes las tapas de los cojones, pero de aquí no sales, grandísimo hijo de puta!



Náufragos

Tras una tormenta impresionante, un barco naufraga y sólo se salvan Pepito y Claudia Schiffer, yendo a parar a una isla desierta. Con el paso del tiempo, solos y abandonados, acaban cogiéndose confianza y, finalmente, manteniendo relaciones. Como no tienen otra cosa que hacer, al final se tiran todo el tiempo haciendo el amor, hasta que un día Pepito dice:

-Claudia, tengo que hablar contigo. Necesito pedirte tres deseos. ¿Crees que podrás concedérmelos?

-No lo sé. Prueba a ver.

-Bien. El primero es que me gustaría llamarte Mariano. ¿Te importa?

-Pues... no. Este es fácil. ¿Qué más?

-Bien. El segundo es... ¿te importaría sacar uno de los trajes de hombre que hay en ese viejo baúl que salvamos del naufragio y vestirte con él?

-Bueno, este es algo más extraño, pero tampoco me importa. De acuerdo. ¿Cuál es el tercero?

-Pues el tercero es que quisiera hablar seriamente contigo paseando por la playa. ¿Vamos?

-De acuerdo.

Así que están los dos paseando por la playa al atardecer, Claudia Schiffer vestida de hombre y haciendo como que se llama Mariano, cuando Pepito se detiene, se gira, pone una mano sobre el hombro de Claudia y le dice:

-Mariano, sé que no vas a creerme, pero... ¡llevo meses tirándome a la Claudia Schiffer!



Granjeros

Una pareja de granjeros estaban haciendo el amor y, en plena faena, el granjero le toca los senos a la mujer, los acaricia y le dice:

-¡Ay, cariño! Si estos senos dieran galones de leche, botaría a todas las vacas de la granja.

Luego le acaricia el trasero y le dice:

-¡Oooh, mi amor! Si este trasero pudiera poner cientos de huevos, botaría a todas las gallinas de la granja.

Entonces la mujer granjera le coge el pene y le dice:

-¡Ay, mi vida! Y si esta cosa se levantara más a menudo, ¡botaría a todos los peones de la granja!



Anécdota de un hombre fiel

¡Yo era muy feliz! Mi novia y yo estábamos juntos desde hacía más de un año, y decidimos casarnos. Mis padres nos ayudaron en todo lo posible, mis amigos me apoyaban. Y mi novia era un sueño. Sólo había una cosa que me molestaba mucho, y era la mejor amiga de ella. Era inteligente y sexy, y a veces flirteaba conmigo, lo que me consternaba.

Un día, la amiga de mi novia me llamó por teléfono y me pidió que fuera a su casa a ayudarle con la lista de los invitados a la boda. Ella estaba sola, y cuando llegué me susurró que, ya que me iba a casar con su mejor amiga, y teniendo en cuenta que ella tenía ciertos sentimientos y deseos hacia mi persona, y que ya no podía aguantarse más, y que antes de que me casara y comprometiera mi vida con su mejor amiga quería hacer conmigo el amor una sola vez... ¿Qué podía decir? Estaba totalmente sorprendido, y no pude decir palabra. Así que me dijo:

-Iré a mi habitación y, si tú lo deseas, entra y me tendrás.

Admiré su maravilloso trasero mecerse al subir las escaleras. Me levanté del sillón y estuve así, de pie, por un momento. Finalmente me di la vuelta y fui a la puerta principal, la cual abrí, y salí a la calle, dirigiéndome a mi coche. ¡Mi novia estaba afuera! Con lágrimas en sus ojos, me abrazó y me dijo:

-¡Estoy muy feliz y orgullosa de ti! Has pasado mi pequeña prueba. No podía tener a un hombre mejor como esposo...


Moraleja: Deja siempre tus condones en la guantera del coche.



Lotería

-¡María, María, me ha tocado la lotería y me van a dar 100 millones de euros!

Ella lo mira y le dice:

-Mi amor, pero tú me seguirás queriendo como antes, ¿verdad?

-¡Claro, mi cielo! Yo te voy a seguir queriendo igual que antes, pero te voy a echar muchísimo de menos.



Bodas de plata

La mujer, en el 25º aniversario de su matrimonio, con mucha ilusión, por la noche, se viste con lencería fina, con medias, ligas y tacones de aguja incluidos, se pinta radiante y se pone ese perfume intenso; entra insinuante en la habitación y se planta frente a su marido, que está tumbado frente al televisor leyendo el periódico:

-Cariño, ¿recuerdas cuando nos casamos, un día como hoy, hace 25 años? Aquella noche de bodas me dijiste: "Te voy a besar los pechos hasta secártelos, te voy a acariciar las nalgas hasta que se te caigan, te voy a hacer el amor hasta que te vuelvas loca..." ¿No tienes nada que decirme hoy, 25 años después?

El marido la mira de arriba a abajo y le dice:

-Misión cumplida.



Falta de cariño

La esposa, echando de menos el cariño del noviazgo, le dice al esposo:

-Pepe, ¿te has fijado que el vecino besa todos los días a su mujer cuando se va al trabajo? ¿Por qué no haces tú lo mismo?

-¿De verdad no te importa que bese a la vecina?



Las croquetas

Está una parejita despidiéndose en el portal cuando, de repente, llega el padre de la chica; ella se recompone la falda y la blusa en un periquete, visiblemente turbada, y él se arregla un poco. El padre le dice al novio:

-Hola, hijo, ¿qué tal? Anda, sube y cenas algo, que estarás desmayado.

-No, muchas gracias, ya me marchaba...

-No, hombre, no, sube...

Al final el chico se ve obligado a subir a tomar algo y la madre de la novia, encantada con la visita, le sirve un botellín de cerveza fresquito y unas magníficas croquetas. El muchacho prueba la primera y le dice a la señora:

-¡Están buenísimas estas croquetas de bacalao!

El padre, en ese instante, y dándole una sonora colleja, le dice:

-Anda, cógelas con la otra mano, que son de pollo, ¡cabrón!



Antes y después del matrimonio

Antes del matrimonio:

-¡Sí! ¡Por fin! ¡Qué duro fue esperar!

-¿Quieres dejarme?

-¡No! Ni siquiera lo pienses.

-¿Tú me amas?

-Por supuesto, una y otra vez.

-¿Alguna vez me has sido infiel?

-¡No! ¿Cómo te atreves siquiera a preguntar eso?

-¿Me besarías?

-En cada oportunidad que tenga.

-¿Te atreverías a golpearme?

-¿Estás loca? No soy ese tipo de persona.

-¿Puedo confiar en ti?

-Sí.

-¡Mi amor!


Después del matrimonio: Volver a leer, pero esta vez de abajo hacia arriba.


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